La clara de huevo separada minuciosamente de la yema es sometida a un proceso enzimático que aumenta las propiedades espumantes y estabilizantes de las proteínas, es pasteurizada y deshidratada proporcionando total seguridad en su consumo. Se puede reconstituir en agua u otros líquidos para preparar distintos tipos de merengue, mezclar con 15 partes de azúcar impalpable para obtener merengue en polvo, usar para preparar mousses, glaceados de textura ideal para baños de alfajores o galletas, y en combinación con buttercream mejora su estabilidad para la decoración con flores.
La albúmina es espumante y forma estructuras reticulares resistentes, dando mayor incorporación de aire en batidos y formando glasés de secado más rápido y más firmes.
Reemplazar claras de huevo crudas por albúmina te proporciona mayor higiene, seguridad, versatilidad y menores pérdidas de material.